Consulta con Raquel Rús.
Somos seres sociales. El vínculo con los demás nos da la felicidad. Cada vez son más las investigaciones y estudios que nos dicen que no es el dinero, ni la fama, ni el éxito laboral lo que nos hará tener una vida más saludable y feliz. Son las personas de nuestra vida.
Hay dos cosas claras:
- Nadie nos enseñó a relacionarnos de manera sana.
- Necesitamos aprender.
Probablemente llevas años relacionándote como has podido.
Has intentado de todo lo que se te ha ocurrido con los mismos resultados una y otra vez, y todo eso ha afectado a tu autoestima, tu capacidad para poner límites, tu calidad de vida.
Una nueva mirada con información novedosa y actualizada, aprender sobre el mundo interior de los demás y el tuyo propio, y conocer recursos concretos para poder comunicarte mejor y reaccionar mejor lo cambian todo.
Escucho mucho en la consulta: “nunca lo había visto así”.
También es habitual que me digáis: “lo que dices me suena a verdad”, “¿cómo no me he dado cuenta de algo tan sencillo antes?” o “no sabía que eso se podía hacer de esa manera”.
Tus dolores de la infancia te separan de tener una buena relación con tus padres. Esperas que cambien y sean como tú necesitas y te duele que no sea así (y probablemente no lo será jamás).
En tu pareja sientes incomprensión, que pequeñas tonterías van escalando hasta generar grandes problemas, que te vas distanciando sin saber qué hacer y sin tener claro cómo comunicar lo que quieres.
Cuando estás en el trabajo sientes que hay otras personas que te hacen de menos, que no ven lo mucho que te esfuerzas o no te aprecian como crees que deberían.
En tu interior sientes que no tienes fuerzas para decir las cosas claras, quitas importancia a lo que te duele y sigues aguantando mientras ves cómo te va pasando factura.
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Qué te propongo.
Mi propuesta es revisar todo eso para recolocarlo de una manera mucho menos dolorosa, darte recursos para la vida y una visión nueva donde puedas sentirte mejor.

Autoconocimiento y Emociones
Es normal que a veces te sientas bloqueada, frustrada, agotada, ansiosa, enfadada, triste o tengas una sensación interna de que algo no va bien sin poder ponerle nombre.
A veces se manifiesta en baja autoestima, en no comprender lo que hacen las personas de tu vida, en no saber poner límites, en sentir que si dices lo que quieres dañas o molestas a tus seres cercanos, en la sensación de no encajar, en perder el control cuando por fin dices lo que necesitas, en sentirte mala persona o egoísta si miras por ti…
Muchas veces hay parte de tu historia que te cuesta colocar, te faltan piezas o no sabes qué hacer con las emociones que arrastras hace años.
Son situaciones que se repiten en el tiempo, que no se pasan solas, en las que sabes que no tienes suficiente información o recursos para hacer el cambio que quieres y avanzar.
De eso trata esta consulta: de aprender lo que necesitas y no te contaron. De poner a tu disposición técnicas con las que gestionar tus emociones e información con la que ver tu relación contigo y con tu entorno desde una nueva perspectiva que te ayude a colocarte en tu lugar.
Estaré encantada de acompañarte en este camino de autodescubrimiento.

Terapia de pareja
La relación de pareja que quieres no existe. Tienes que construirla.
Tener problemas de pareja es lo habitual. Tanto que vas tirando, aguantando, frustrándote, entristeciéndote y cuesta tomar la decisión de cambiar porque estás acostumbrada a no estar bien.
Esto te va a alejando de tu pareja, se generan muros invisibles, silencios, falta de intimidad y la sensación de que las urgencias del día a día son prioritarias frente a cuidar de la relación.
Cuando la relación de pareja no va bien, se nota en todos los aspectos de tu vida. Esa persona debería de ser una zona de seguridad a la que volver, de descubrimiento, de placer, de ilusión y proyectos comunes. Al no priorizarlo no somos conscientes de la importancia que tiene.
Nuestras referencias relacionales son nuestros padres y, en la mayoría de los casos, o no hablaban de sus diferencias o lo hacían a gritos o se ignoraban. Aprender a negociar, a conocer al otro, a tomar consciencia de la educación recibida por cada uno, a intimar, a abrirse, a escuchar o a parar es algo que se puede hacer. Y que es absolutamente recomendable.
Suele ser el último recurso de muchas personas, pero realmente no tiene por qué serlo. Puede ser sencillamente una manera de llevar la relación a un nivel más profundo donde encontrarte con la otra persona desde el respeto, la comprensión y la apertura.

Sexología
La relación con tu sexualidad habla de ti más allá de orgasmos, desempeño o deseo. Trata sobre tu relación contigo, con tu cuerpo, con tu capacidad de estar presente, de permitirte el placer, de escucharte, de tu salud, de tu bienestar.
Es habitual que te hayan llegado mensajes a través de las películas o las redes sociales sobre lo que es o no normal, lo que es o no deseable, lo que debe de ser y lo que no. Y que al compararlos con tu realidad sientas que hay algo defectuoso o incorrecto o insuficiente.
El sexo habla de aceptación, empoderamiento, comprensión, satisfacción y vulnerabilidad.
Puede que haya una situación con tu pareja que desees abordar. Y también es posible que desees revisar tu propia educación sexual y mejorar lo que recibiste sustancialmente.
La mera mención de las relaciones sexuales es para muchas personas algo incómodo, no deseable, problemático, vergonzoso, bloqueante, estresante, repulsivo, agobiante… Un lugar donde puedes sentirte fuera de tu zona de seguridad, donde juzgarte y culpabilizarte. Todo eso es normal dado que la mayoría tenemos una educación sexual inexistente.
Se pretende que domines algo de lo que no se habla y cuya única fuente de información en muchos casos es la pornografía (que se toma como educacional, en lugar de verla como una ficción).
Lo habitual es que en tu vida no tengas a nadie a quien preguntarle dudas que muchas veces ni te atreves a formular. Que sepas que algo que haces no es bueno para ti, pero sientas que debes hacerlo. Que te estés exigiendo, disociando o estresando en momentos en los que deberías dejarte llevar, estar presente y disfrutar de la intimidad.
Para todo ello está la sexología. Para en un entorno seguro aprender sobre cómo funciona tu cuerpo, a comunicar tus necesidades y deseos, a saber qué es sano y qué te daña.
Es un proceso definitivamente empoderante, donde colocar parte de tu identidad y abrir la posibilidad de tener la sexualidad que sí deseas con o sin pareja.
Cuál es el objetivo.
Hacer todo lo posible para que tus vínculos familiares se saneen, tengas menos relaciones de las llamadas tóxicas, aprendas a comunicarte mejor y poner límites, mejores la relación contigo y con los demás, coloques tu infancia y lo aprendido en ella.
¿Quieres mejorar las relaciones de tu vida?
Hace que sientas conexión, protección y calidez, mejora tu sentido del humor y hace que veas que tu presencia es valiosa.
Como dice Robert Waldinger (profesor de Harvard, sacerdote zen y director del estudio más importante sobre felicidad humana), “la buena vida se construye con buenas relaciones”, así que lo mejor es empezar cuanto antes a construirlas.
Testimonios de clientas
Testimonios
Elena
Ya en la primera sesión empecé a ver todo lo que había. Te empiezas a dar cuenta de que estabas sobreviviendo, a contra corriente.
Estaba siendo la madre de mi pareja. Ahora la mochila de responsabilidades va aligerándose poco a poco. Raquel te da las herramientas para que lo hagas. Hace que todo te parezca superfácil, todo lo explica muy bien.
Rompes patrones y empiezas a darte cuenta de qué pasos tienes que seguir. Es empezar a hacer las cosas como verdaderamente mejor te vienen a ti para tener una vida más plena, para estar mejor contigo misma. Raquel es un amor, no te obliga a nada, te pregunta todo, te da tus espacios, tus tiempos.
Tere
Había recibido terapia en un contexto de formación, me era muy difícil encontrar una terapeuta.
Con Raquel desde la primera vez hubo un feeling. Es un proceso duro y, a la vez, muy gratificante. Me está ayudando a encontrarme a mí misma, a aceptarme, a quererme, a perdonarme… da mucha paz y tranquilidad. Lo que más me gusta de ella es la alegría, la sencillez, la ligereza.
Encontrarme tan a gusto de explicarle cualquier tema que antes yo me hubiera avergonzado mucho, pero con ella todo es muy fácil por su sinceridad y a la vez por el amor con el que te dice las cosas.
Estefanía
Tenía una relación bastante sólida que poco a poco se fue deteriorando, empecé a sentir mucha ansiedad y angustia. Me costaba comer, dormir, centrarme. Hacía muchas cosas para no enfrentarme a esos sentimientos.
Contacté con Raquel y me ayudó a ver muchas cosas que yo estaba haciendo de las que no era consciente. Fui capaz de gestionar las emociones que estaba dejando de lado. Me ayudó a ver que venía con unas estructuras mentales de lo que debe ser una pareja. Me enseñó muchas técnicas para controlar la ansiedad.
El hurgar donde duele para encontrar la razón de lo que sentimos me sirvió de mucho. Me siento mucho mejor, con más poder y herramientas para enfrentarme a otras cosas de la vida.
Reserva inmediata.
Haydee
Yo decía que la terapia era para gente que estaba enferma hasta que viví una relación tóxica. Cuando vi que no podía más busqué ayuda y lo hice con Raquel por una amiga.
Fue la mejor decisión que tomé en mi vida hasta ahora. Fue duro y fácil, porque es una persona que sabe guiarte para que vayas encontrando los porqués de los problemas que te pasan y repites en la vida.
Me siento más liviana. Sentía que llevaba una mochila de culpa, resentimiento, no aceptación. Me sirvió para abrazarme y para saber que podemos dar pasitos para llegar a lo que queremos ser. Raquel me ayudó muchísimo, ves que da todo
Shan
Antes de ir a consulta todas mis emociones fluían sin control y no era consciente de mis comportamientos, no tenía una perspectiva donde mirar.
Con cada consulta fui encajando, poniéndole nombre, dándome cuenta de todo lo que estaba haciendo. Pequeños cambios fueron como una piedrita que empujas aquí y se termina haciendo una avalancha más allá.
Toda la información de Raquel me ayuda un montón. Noto como que fluye, no es algo forzado, no es costoso de entender. Hemos ido de la mano abriendo puertas, comprendiendo cosas, me ha sido muy fácil cosas que antes no me daba cuenta. Ver que tu mundo brilla más y ver que llegas con más madurez es un gozo. Se ha notado enormemente en mi vida, a la hora de tomar decisiones, en todo. Antes era un muro y ahora es un montón de futuro.
Hablan las clientas:

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Sobre mí
“Si crees que estás iluminado, ve a ver a tu familia”
Con poco más de veinte años comencé a estudiar con un maestro del Cuarto Camino con el que aprendí la importancia de la autoconsciencia y el autoconocimiento. Mientras estudiaba con él decidí profundizar en la espiritualidad, continué estudiando con chamanas, psicólogas, médicos y sexólogas.
En ese camino conocí el Eneagrama, que como el Cuarto Camino fue traído por Gurdjieff, así que desde el principio me pareció algo muy natural en mi vida. Para mí descubrir sobre los tipos de personalidad de mis padres, mis tíos, mi primo, mi pareja, mis hermanos ha cambiado mi vida. Me ha dado mucha calma y aceptación.
Preguntas frecuentes
Sinceramente utilizaré todo lo que sé: Eneagrama, EFT, psicología energética, terapia de pareja, sexología y todo lo que considere que acelerará tus procesos.
Para mejorar tu vida, así de sencillo. Existe una creencia general y profundamente errónea que nos dice que solo si estás muy mal tienes que buscar ayuda, que tú no estás tan mal, que tienes que ser fuerte. Como si ya supiéramos lo suficiente como para arreglarnos solos, como si nuestra vida hubiera sido estupenda y no hubiera ningún dolor, como si todo eso que nos es tan necesario como el aire nos lo hubieran enseñado en el colegio o nuestros padres. Esto es sencillamente una mentira gigante.
Lo normal es no estar bien, porque lo normal es haber crecido en un entorno donde no se nos atendió tal y como necesitábamos, no se nos dio un amor que nos colmara y porque probablemente nuestros padres hicieron sencillamente lo que pudieron (más que los abuelos, probablemente mucho más que los bisabuelos y, habitualmente, menos de lo que hubiéramos necesitado). Aceptar que no pudieron hacer más no quita el dolor, la rabia o la pérdida, para sacar eso hay que hacer algo. ¿Qué pasa si no lo hacemos? Que nos quedaremos enganchados en el pasado, como niños rabiosos que siguen esperando que les den lo que saben que era suyo. No va a pasar. La solución más efectiva es salir de ese deseo en el que nos darán la razón, nos aceptarán y se volverán adultos funcionales para tomar nosotros las riendas de nuestra existencia. Coger ese dolor, rabia, angustia, miedo, creencias tóxicas y necesidades no cubiertas y hacer algo con todo ello para crecer. ¿Quién mejor que nosotros mismos para atender a ese niño interior que sigue esperando? De eso trata asistir a consulta.
Es habitual venir con una idea no muy clara, algo como: me siento mal, creo que mi autoestima no está bien, no rindo como antes. Y también lo es sabiendo qué deseamos: trabajar una infancia difícil, mis relaciones con mis padres, temas de pareja, creencias limitantes, duelo por la muerte de un ser amado (persona o animal), creencias limitantes (no valgo lo suficiente, no soy capaz de poner límites, todo me sale mal…).
Mi compromiso es acompañarte en todo tu proceso, poner a tu disposición toda la información que necesites para recolocar tu pasado, tu presente y tu futuro, para poder ver todo con nuevos ojos. Para conseguirlo utilizaré las técnicas más punteras, las que han demostrado ser más rápidas y eficaces, y te enseñaré muchas prácticas para que tu vida mejore que te acompañarán para siempre. Me encantará que tú se las enseñes a tu pareja, a tus hijos, a tu familia y a tus amigos. Eso no me quita clientes, si no que te convierte en una fuente de inspiración para otros, lo que nos beneficia a todos. Mi intención no es generar dependencia a la consulta, si no independencia en tu vida.
También me comprometo a que aquello que no esté en mis competencias decírtelo y, si lo conozco, recomendarte a un buen profesional.
A compartir conmigo desde la sinceridad y la confianza (que construiremos en cada consulta) lo que está pasando en ti. Si notas cambios, dímelo. Si no notas cambios, dímelo también para poder ajustarme a lo que ocurre. Te preguntaré habitualmente y tu respuesta sincera siempre será la correcta. De esa manera iremos más rápido.
Te sugeriré prácticas, lecturas o vídeos entre cita y cita, seguir estos consejos acelerará tu mejoría. En caso de que no puedas por trabajo, porque no tienes energía o sencillamente porque surgieron dudas lo hablaremos y me adaptaré a tu ritmo.
Es necesario llegar puntual a tu cita, ya que después de ti puede haber otra persona esperando y si llegas tarde es tiempo que te quitas a ti mismo. En el caso de tener que cancelar o cambiar el horario de alguna, avisar con al menos 48h de antelación (en caso contrario habrá que abonarla en su totalidad).
En nuestro primer encuentro nos dedicaremos a conocer mejor tu historia y tus prioridades. En ningún caso y ninguna consulta se forzará a hablar de ningún tema, siempre procederé desde el máximo respeto a su historia y sus tiempos, utilizando a veces técnicas punteras en las que ni siquiera es necesario que cuentes lo que ocurrió (y que igualmente proporcionarán un alivio).
Cuando vengas hazlo con un cuaderno nuevo que hayas comprado expresamente para este fin, que te guste y te dé buenas sensaciones. En él iremos escribiendo descubrimientos, reflexiones, técnicas y dudas. En él verás todos tus progresos.
Y, como suelo decir, vente con la lista de la compra hecha. Pregúntate qué te apetece que tratemos antes (tu relación con tu madre, tus problemas de pareja, tu manera de comunicarte…).
La mayor parte de mis consultas son online, pero si prefieres presencial dímelo y nos organizamos. Mi consulta está en Madrid (España).
Me pondré en contacto contigo para buscar un hueco en nuestras agendas y coincidir. Haremos la vídeo llamada preferentemente por Signal (es una app que ofrece buenos protocolos de seguridad). Si no la conoces o no te apañas nos adaptaremos con Zoom, Skype o WhatsApp.
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Testimonios
Paloma
En mis relaciones no terminaba de entenderme y mis relaciones sexuales no eran nada placenteras.
Descubrí de dónde venía todo y todo lo que había detrás. He reconducido mi relación familiar y mis relaciones sexuales a ser acordes a mí.
No hay doble cara y es directa, Raquel es muy práctica. A veces da pereza y a veces duele, para mí ha sido muy resolutivo. Para reconectar conmigo, aceptarte y tomar decisiones. Permitirme ser yo y conectar con mi autenticidad es lo que me quedo.
Lo recomendaría cien por cien. Cuando empiezas y conectas es un cambio de vida radical.
Gema
¿Cómo resumir la terapia con Raquel en una palabra? Herramientas.
Me ha venido genial. Ha sido avanzar mucho en poco tiempo. Es una terapia que te ayuda en todos los aspectos.
En un año he conseguido tomar muchas decisiones importantes que llevaba años retrasando. Decisiones importantes que han cambiado mi vida y me han hecho sentir realmente bien. Gracias Raquel.
Amaya
Antes me encontraba en un círculo vicioso en el que sentía que no entendía por qué las cosas funcionaban de esa manera, me costaba conseguir objetivos personales y en relación a otras personas.
El Eneagrama me ayudó a descubrir quién soy yo, me dio la explicación que estaba buscando sobre por qué las personas (y yo) respondemos así. Eso me dio una paz interior que no tiene precio. Me ha ayudado mucho en la forma de relacionarme, de empatizar. Ahora entiendo por qué a veces no funcionaban ciertas relaciones.
Raquel te da herramientas simples y súper poderosas. Es muy clara, concisa, sin darle demasiadas vueltas a un asunto y te dice cómo salir rápido del círculo en el que estás.
Reserva inmediata.
Rocío
He hecho EFT con Raquel, es algo que me ha ayudado muchísimo.
Era una persona que tenía miedo de todo. Ahora soy otra persona, siento que soy yo.
Gracias por tu ayuda, se lo aconsejo a cualquier persona, es fantástico.
Itziar
Antes de conocer a Raquel sabía muy poco sobre mi mundo emocional. La conocí leyendo su libro Comunicación Consciente. En consulta me enseñó a poner límites, a decir no, a valorarme y a ganar más confianza y seguridad en mí misma. Desde entonces mi relación con mi familia es más sana, también en mi trabajo soy capaz de llegar a acuerdos, de resolver conflictos desde la calma y antes ese tipo de comunicación me costaba un montón.
Antes había sido reacia a ir a terapia, ahora sin duda lo recomiendo muchísimo. Siempre viene bien que alguien te guíe en este camino.
Raquel es comprensiva, hace las sesiones acogedoras, crea un espacio seguro para poder expresar las cosas de las que más nos cuesta hablar