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En 2013 me entero por las redes de que van a abrir en Madrid un café de gatos: “La Gatoteca”. Un lugar al que ir a tomarte algo rodeada de gatos que están en adopción. La idea me parece fabulosa, así que empiezo a escribir a las mujeres de mi entorno amantes de los gatos a ver qué saben. Una ya se ha inscrito como voluntaria, le pregunto quién manda allí y me dice que una tal Eva Aznar. Pido su contacto y le digo que quiero ir a conocerla, le parece bien.

Hasta aquí básicamente estoy haciendo un salto al vacío porque no sé lo que le voy a decir cuando le conozca. Solo sé que su proyecto me parece necesario, miauravilloso y que quiero colaborar de alguna manera. Hace años que tengo gatos y estoy enamorada de ellos.

Voy a la entrevista esperando a que no me haga ni caso. Le digo lo que hago (trabajar con humanos) y qué utilizo (EFT, Eneagrama, Reiki y otras terapias energéticas). Me mira. Yo pienso: “esta cree que estoy fatal y está buscando cómo librarse de mí”. También me digo: “tiene mucha energía del eneatipo 8, ya me podía haber tocado algo más sencillo”. Pero es práctica y me sorprende diciendo: “Mira, este es George. Es un gato con problemas, lo hemos intentado todo sin que coma bien ni esté bien en general. Trátale con esas cosas que haces y si mejora hablamos”.

Vale.

Le hago fotos a George. Le trato a distancia. Mejora. Eva me llama. Ahí comienza nuestra historia.

Cuando nos vamos conociendo le hablo del Eneagrama y de que sus gatos, esos que ella ama tanto, tienen tipo de personalidad. Me mira sorprendida, decide estudiar Eneagrama conmigo y empieza a ver los eneatipos en los gatos.

Y así, como si fuera lo lógico, en 2018 empezamos a escribir este libro. En nuestros pocos ratos libres, rascando minutos cada semana, dejándonos mensajes de WhatsApp diciendo cosas del tipo: “oye he observado esto en tal tipo de personalidad felina ¿has visto tú lo mismo?”. Y poco a poco, durante cinco años construimos algo sólido, que funciona, que sabemos que puede mejorar la vida de humanos y felinos. Lo llamamos Eneagato.

Queremos que las personas paremos de humanizar a nuestros compañeros, que dejemos de intentar cambiar lo que es natural, que les observemos, les aceptemos y respetemos. Eso mismo es lo que hace el Eneagrama en las relaciones entre humanos, así que aplicándolo a los gatos tendremos vínculos más sanos, más respetuosos y amorosos.

Estamos en esto cuando Jackson Galaxy, el experto en comportamiento felino más famoso del mundo, se pasa por La Gatoteca con su mujer, Minoo. Les contamos nuestro proyecto y nos arriesgamos a pedir a Jackson que nos escriba algo. Nos dice que sí. Para quitar presión le decimos que también podemos aceptar un no sin problemas, a lo que responde “os digo que sí porque nadie ha hecho algo así antes”. Nos cierra la boca y nos llena de ilusión.