Hace unos meses tuve un caso de lo más interesante, un ejemplo perfecto de la importancia de llegar a la raíz del asunto para ser más eficiente en terapia. Creo que como la mayoría de terapeutas, hago una mezcla muy personal de todo lo estudiado y de mi propia experiencia. En ella hay una terapia que siempre suele estar presente: la técnica de liberación emocional, también conocida por sus siglas en inglés EFT (Emotional Freedom Technique).
Cuando tenemos una experiencia que nos genera dolor o trauma la energía se bloquea.”
Por si no has escuchado hablar de ella te cuento brevemente su base. Es una mezcla de psicoterapia con acupuntura en la que asumimos que todo malestar emocional tiene su origen en una alteración en el sistema energético del cuerpo. Cuando tenemos una experiencia que nos genera dolor o trauma la energía se bloquea. Podemos vivir con el bloqueo, incluso ignorarlo, pero habrá situaciones que nos hagan conectar con él y el dolor, la ira o la emoción que sea se disparará de nuevo. En EFT utilizamos el tapping, que consiste en dar golpecitos en distintos puntos de acupuntura (finales o principios de meridianos) mientras estamos conectadas con la emoción. Esto libera el exceso de energía de esa emoción, que es el origen del bloqueo. Es decir, bajamos la ira, la tristeza, la ansiedad o la angustia a niveles no dañinos para nosotros. Seguimos recordando lo ocurrido sin la carga emocional, y muchas veces con una interpretación nueva, más amplia y calmada del suceso.
De esta manera cambiamos creencias, eliminamos fobias y somos capaces de dejar de reaccionar sin control. Pasamos a elegir nuestro presente y nuestro futuro, dejando de ser víctimas de nuestro pasado.
Ahora que ya sabes un poco en qué consiste la técnica te cuento más sobre este caso tan curioso. He llamado así a este artículo un poco porque me recordaba al tono de los casos del famoso Sherlock Holmes y es que, los terapeutas de EFT, algo de investigadores siempre tenemos. Sabemos que en cada situación hay lo que llamamos un asunto raíz que dispara nuestro tema. Dar con él despeja rápidamente el camino de liberación.
La chica en cuestión había comenzado ya a trabajar varios eventos traumáticos de su vida, muchos de ellos tenían un origen claro: un padre ausente y una madre poco presente. Tratar los temas dolorosos de nuestra vida nos revuelve a todos, por eso hubo un punto en el que deseosa de no volver al tema recurrente de su vida, quiso contar algo extraño, por cambiar y darse un respiro y también por curiosidad.
Muy animada me dijo “he elegido algo que seguro que no tiene nada que ver con mi familia, soy adicta a los espaguetis”. El planteamiento me encantó, ya que no tenía ni la menor idea del origen de su adicción. Comencé mi búsqueda preguntando “¿cuándo tienes esta adicción? ¿se da en algún momento en especial?”. Me contó que por la noche era su momento. Había un espacio de tiempo entre que sus hijos ya estaban en la cama y llegaba su marido: “su momento de desconectar”. Justo ahí ya con mucha hambre después de todo el día y agotada, iba a la cocina y preparaba unos espaguetis, con tomate Orlando, chorizo y queso de Burgos. La receta siempre era esa. Por ella sería capaz de comerlos cada noche, pero sabiendo que no sería nada bueno, lograba cenarlos solo entre dos y cuatro veces por semana.
En EFT es muy importante prestar atención a las emociones, por eso siempre preguntamos por ellas.”
Continué indagando y le pregunté cómo se sentía al hacerlo. En EFT es muy importante prestar atención a las emociones, por eso siempre preguntamos por ellas mucho más que en qué piensas al hacerlo. Me contó que era importante que nadie la veía, era casi un ritual íntimo en el cual se premiaba por todo un día de trabajo. De cualquier forma era consciente de que después de comerlos no se sentía bien y por eso quería dejar de hacerlo.
¿Imaginas la siguiente pregunta? Para llegar al origen es importante saber cuándo comenzó la conducta, así que continué con “¿desde cuándo tienes esta adicción?”. Ahí primero hubo un “uf, desde siempre” que muy pronto se convirtió en un “no me lo puedo creer”. El recuerdo de cuándo empezó le vino claro a la cabeza y todavía sorprendida me dijo “comencé a cenarlos sobre los doce o trece años, cuando mi madre dejó de hacernos la cena. Ella los hacía y era lo más sencillo que yo podía preparar”.
La mezcla del sentimiento de abandono y soledad se tapaba con los espaguetis. Trabajamos un rato para bajar esa sensación de soledad. Tras varias rondas de EFT logramos bajarla lo suficiente como para que se planteara cenar una ensalada bien surtida como una opción aceptable y saciante.
Desbloqueando la emoción que sustenta la adicción, superarla se hace más sencillo.”
Esta sesión me resulta especialmente interesante ya que lo que en un principio podía parecer como algo simple, alejado de sus temas familiares, al indagar un poco nos lleva directas a un origen claramente emocional. Desbloqueando la emoción que sustenta la adicción, superarla se hace más sencillo. La simple comprensión de que ese alimento sacia más una carencia emocional que una nutricional hace que podamos desengancharnos y abrirnos a posibilidades más sanas. De ahí que Gary Craig, creador de la técnica, afirme sin pudor alguno: “tal vez debería ser un poco más humilde, pero creo que EFT cambiará tu mundo dramáticamente. Sé que puede parecer un poco exagerado en este momento, pero estas técnicas podrían competir en importancia con la Declaración de la Independencia. Para algunas personas son la Declaración de la Independencia.”
Poder elegir comer de forma sana para nuestro cuerpo, superar nuestra ansiedad, incrementar nuestra autoconfianza, dejar atrás los traumas o estar relajadas ante algo que antes nos disparaba una fobia, realmente es ser independiente, es abrirte a la posibilidad de ser un tú misma más feliz, más presente, más tú.